La compra de joyas, especialmente las de oro blanco, representa a menudo una inversión importante y un objeto de gran valor sentimental. Sin embargo, esta inversión puede venir acompañada de ciertas preocupaciones, principalmente relacionadas con la autenticidad de las piezas.
El mercado, lamentablemente, incluye falsificaciones e imitaciones que intentan pasar por oro blanco genuino.
Saber reconocer el material auténtico es fundamental para proteger tu compra y asegurarte de recibir la calidad por la que estás pagando.
En esta guía te brindamos las diferencias clave y los métodos para verificar la autenticidad de tus joyas.
¿Cómo diferenciar el oro blanco del oro dorado, el platino y la plata?
A simple vista, reconocer metales preciosos de apariencia similar puede ser un desafío. El oro blanco debe distinguirse claramente de otros metales como el oro amarillo (dorado), la plata y el platino. Aunque su apariencia es blanca o plateada, existen diferencias clave:
Oro blanco vs. oro amarillo
La diferencia más clara es el color. El oro blanco es una aleación de oro puro (naturalmente amarillo) con metales blancos (como paladio, níquel o manganeso) y generalmente recubierto con rodio para una apariencia más blanca y brillante. El oro amarillo mantiene el color característico del metal base.
Oro blanco vs. plata
La plata es un metal más blando y, aunque tiene un brillo similar al principio, tiende a oxidarse con el tiempo, adquiriendo un tono más oscuro o amarillento si no se limpia regularmente. El oro blanco (especialmente el rodiado) es más resistente a la oxidación. Además, la plata es menos densa que el oro blanco.
Oro blanco vs. platino
El platino es un metal naturalmente blanco, por lo que no necesita aleaciones para obtener su color ni recubrimiento de rodio. Es considerablemente más denso y pesado que el oro blanco y también suele ser más caro. Su color tiende a ser un poco más grisáceo que el blanco brillante del oro blanco rodiado. Estas diferencias en densidad y color natural son clave.
Métodos para verificar la autenticidad
Existen varios métodos que puedes emplear para verificar la autenticidad de una pieza que se presume es de oro blanco. Algunos son preliminares y otros más concluyentes.
Prueba del imán
Un método rápido y sencillo es la prueba del imán. El oro, al igual que el platino y la plata, no es un metal magnético.
Acerca un imán potente a tu joya. Si la pieza es fuertemente atraída por el imán, es muy probable que no sea oro blanco macizo, sino un metal base (como hierro o níquel en alta proporción) simplemente chapado o bañado.
Hay que tener una pequeña precaución: algunos cierres de joyas pueden contener resortes de acero, que sí son magnéticos.
Prueba del ácido
La prueba de ácido es un método muy fiable para determinar la autenticidad y la pureza del oro. Consiste en raspar una pequeña muestra del metal en una piedra de toque y aplicar ácidos específicos para observar la reacción química. Diferentes quilatajes de oro reaccionan de manera distinta.
Importante: este método debe ser realizado preferentemente por un profesional, ya que los ácidos son corrosivos y pueden dañar la joya si no se aplican correctamente. Es una prueba definitiva de autenticidad.
Densidad y peso
El oro es un metal muy denso. Comparar la densidad de tu joya con la densidad conocida del oro blanco (que varía ligeramente según la aleación, pero es significativamente mayor que la de la mayoría de los metales base y la plata) puede ser un indicador. Calcular la densidad implica medir el peso exacto de la pieza y su volumen (por ejemplo, mediante desplazamiento de agua). Una densidad notablemente baja podría indicar una falsificación.
Revisión de marcas y sellos
Este método es específico para llevar a cabo en una joyería y, muy importante, para verificar la autenticidad. Busca marcas o sellos grabados en la pieza (usualmente en un lugar discreto). Estos indican la pureza del oro (por ejemplo, “18k”, “750” para oro de 18 quilates, “14k” o “585” para 14 quilates). También pueden incluir la marca del fabricante.
Aunque su ausencia no siempre significa que sea falso (podrían haberse desgastado en piezas antiguas), su presencia y correcta acuñación son un fuerte indicador de autenticidad.
Para el oro blanco, estos sellos son iguales a los del oro amarillo ya que indican el contenido de oro puro en la aleación.
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