El oro, uno de los metales preciosos más admirados y codiciados a lo largo de la historia de la humanidad, es conocido por su brillo, rareza y valor. Sin embargo, más allá de su riqueza económica, el oro también es notable por los distintos colores que puede adquirir.
En esta nota, exploraremos los colores que puede adoptar el oro, desde su icónico tono dorado hasta las variaciones y matices que pueden encontrarse en este metal precioso.
¿Qué color tiene el oro?
El elemento 79 de la tabla periódica, conocido como oro y representado por su símbolo Au (derivado del término latino aurum), exhibe un brillante y característico color dorado en su forma pura. Además, presenta notables propiedades físicas que lo distinguen, destacándose su capacidad para ser moldeado y estirado, aunque esto lo convierte en un material demasiado delicado para ser empleado en la creación de joyas sin la necesidad de combinarlo con otros metales.
Tipos de color de oro
Existen diferentes tipos de oro según su pureza y aleación con otros metales; los más comunes son los siguientes:
Oro Amarillo
Este es el oro clásico y atemporal. Se mezcla el oro con una combinación de plata y cobre, generalmente en partes iguales, aunque esto puede variar. Si se aumenta la cantidad de plata, el resultado es un oro más tenue, mientras que un incremento en el cobre le otorga un tono más rosado.
Oro Rosa y Rojo
El oro rosa y el oro rojo son términos que se utilizan a veces para describir diferentes aleaciones de oro que tienen un color distinto al oro amarillo tradicional.
El oro rosa, a menudo llamado oro rosa o oro rojo, tiene un tono distintivo que es una mezcla de oro puro, cobre y, a veces, plata. El color resultante es un tono rosado o rojizo suave y cálido.
La aleación típica para el oro rosa suele ser alrededor del 75% de oro puro, generalmente de 18 kilates, combinado con alrededor del 20-22% de cobre y un pequeño porcentaje de plata. El cobre es lo que le da su tono rosado característico.
El oro rosa es duradero y adecuado para la fabricación de joyas, pero el contenido de cobre puede hacer que sea un poco más propenso a la oxidación que el oro amarillo puro.
Oro Blanco
El oro blanco tiene un color plateado o plateado grisáceo, lo que lo hace lucir similar a la plata. Este tono se logra mezclando oro puro con metales blancos, como paladio, níquel, plata o zinc. El rodio, un metal del grupo del platino, se utiliza a menudo para darle un acabado aún más blanco y brillante.
La composición exacta del oro blanco puede variar según el fabricante y la región. La aleación típica contiene alrededor del 75% de oro puro combinado con otros metales blancos. En muchos casos, el paladio se utiliza en lugar del níquel debido a posibles problemas de alergia al níquel.
La adición de metales blancos mejora su resistencia y durabilidad en comparación con el oro amarillo puro.
Aunque el oro blanco no se oxida como el hierro, es importante tener en cuenta que con el tiempo, el acabado de rodio en algunas joyas de oro blanco puede desgastarse, revelando el color subyacente de la aleación. Esto se puede solucionar fácilmente volviendo a aplicar una capa de rodio.
¿Qué color de oro vale más?
La relación entre la pureza y el tono del oro es independiente. Un oro de 18 quilates puede presentar un espectro de colores que abarca el amarillo, el rosado, el rojo o el blanco.
En particular, el oro blanco tiende a ser más costoso que su contraparte amarilla, rosada o roja. Esta diferencia se atribuye a la presencia de paladio en el oro blanco, un metal de alto valor en línea con el oro mismo.
¿Cuál es el color de oro más elegante?
El oro blanco se cuenta entre las opciones más valoradas en la industria de la joyería debido a su capacidad para destacar la luminosidad de cualquier pieza fabricada en este tono.
La obtención de este color se logra mediante la combinación de diversos metales blancos, como oro puro, plata, paladio y níquel. La clave radica en conocer las proporciones precisas para obtener el tono deseado de manera precisa.
Las joyas con base en paladio a menudo se recubren con rodio para lograr un brillo aún más resplandeciente y un aspecto blanco espejo.
Cuando se trata de la confección de anillos en oro blanco, la inclusión de níquel se vuelve esencial para garantizar una mayor resistencia, un atributo clave para la fabricación de anillos que deben resistir el desgaste constante.
Este tono de oro está ganando cada vez más popularidad en la joyería y cada vez son más las parejas que optan por anillos de bodas en esta atractiva tonalidad.
Un metal versátil y adaptable
En conclusión, el oro, a pesar de ser ampliamente reconocido por su característico color dorado, puede sorprendernos con una diversidad de matices y tonalidades. Desde el amarillo cálido y radiante hasta el blanco y el rosa en sus formas aleaciones, el oro nos muestra su versatilidad y adaptabilidad en la industria de la joyería.