En el mundo de la joyería, las piezas chapadas en oro representan una opción atractiva para aquellos que desean disfrutar del brillo y la elegancia del oro a un costo más accesible.
En esta nota, exploraremos en detalle qué son las joyas de oro chapadas, cómo se fabrican y qué consideraciones deben tenerse en cuenta al adquirirlas.
¿Qué significa chapado en oro?
Una joya con un recubrimiento dorado se clasifica como una pieza chapada en oro. Este proceso involucra la aplicación de una delgada capa de oro sobre la superficie de una joya hecha de un metal base, como plata, cobre o bronce.
El grosor de la lámina de oro en una joya chapada suele variar entre 3 y 10 micras, siendo más gruesa que la capa presente en una joya bañada en oro. Aunque el chapado en oro ofrece una mayor durabilidad en comparación con el baño dorado, también implica un costo más elevado. En términos generales, una joya chapada en oro es más asequible que una hecha de oro de 18 kilates, pero tiene un precio más alto que una joya bañada en oro.
¿Qué es mejor, chapado en oro o baño de oro?
El procedimiento de baño dorado guarda similitudes con el chapado en oro, ya que ambos implican la aplicación de una capa delgada de este metal precioso sobre un objeto. Sin embargo, la diferencia radica en la cantidad de oro utilizada. Por lo general, en el dorado se emplea una menor cantidad de oro, resultando en una capa que oscila entre 0.1 y 0.3 micras de espesor.
Como resultado, las joyas bañadas en oro pueden ser menos duraderas que las chapadas en oro, requiriendo un cuidado adicional para mantener su apariencia. En términos generales, las joyas chapadas en oro tienden a ser más robustas que las bañadas en oro, ya que una mayor cantidad de micras de oro proporciona una mayor durabilidad. Sin embargo, es importante destacar que todas las joyas, independientemente del proceso de recubrimiento, necesitan cuidados y limpieza regulares.
En el proceso de chapado en oro, se utiliza una capa de oro más gruesa, generalmente de al menos 3 micras. Esto reduce la probabilidad de desgaste o pérdida de color con el tiempo. Además, este proceso implica la fusión del oro con la capa base de metal, fortaleciendo la unión, y se aplica un barniz como toque final para aumentar aún más la durabilidad. Aunque las joyas chapadas en oro pueden parecer ligeramente más costosas que las bañadas, representan una inversión a largo plazo debido a su resistencia y longevidad.
¿Cómo limpiar el chapado en oro?
Una forma efectiva de mantener en óptimas condiciones las joyas chapadas en oro es sumergirlas en agua tibia con jabón.
Paso 1
Empezá el proceso llenando un recipiente con agua tibia, asegurándote de que no esté demasiado caliente, y luego agregá algunas gotas de detergente para platos. Mezclá bien para crear una solución jabonosa y dejá que las cadenas se remojen durante unos 10 a 15 minutos.
Paso 2
Después, sacá las joyas del recipiente y enjuagalas con agua corriente tibia hasta que no quede rastro de jabón. Antes de dejarlas secar al aire, limpiá suavemente las cadenas y pulseras con un paño suave para pulirlas.
Paso 3
Para una limpieza más profunda, podés utilizar un cepillo de dientes para frotar las áreas de difícil acceso con la solución jabonosa antes de enjuagarlas y limpiarlas.
Dependiendo de la frecuencia con la que uses tus joyas chapadas en oro, se recomienda realizar este procedimiento al menos una vez por semana o cada quince días.
¿Cuánto dura el chapado en oro?
Determinar con precisión la durabilidad de una cadena o cualquier otra pieza chapada en oro puede resultar desafiante, ya que está influenciada por diversos factores.
La duración puede variar según el grosor del revestimiento, siendo las capas más gruesas potencialmente más duraderas que las finas. Además, el uso frecuente de las piezas, al exponerlas al desgaste cotidiano y a elementos externos, puede acelerar su deterioro.
Por lo general, se estima que las joyas chapadas en oro tienen una vida útil de aproximadamente dos años antes de que el chapado en oro comience a desgastarse y perder su brillo. Sin embargo, este período puede ser más corto o más largo según el cuidado que se brinde a la colección de joyas. En el momento en que el chapado en oro comienza a desvanecerse, es posible considerar llevar la pieza a un joyero para que la vuelva a chapar en lugar de reemplazarla por completo.
Una opción más accesible
En resumen, cuando una joya está chapada en oro significa que ha sido cubierta con una delgada capa de este metal precioso sobre un metal base, como la plata, el cobre o el bronce. Aunque brinda una apariencia lujosa y brillante similar a las joyas de oro puro, es crucial tener en mente que la cantidad de oro presente es notablemente menor.
Este proceso ofrece una opción más asequible para aquellos que desean disfrutar del atractivo estético del oro sin incurrir en los altos costos asociados con las joyas de oro macizo. No obstante, es esencial reconocer que las joyas chapadas en oro requieren un cuidado más delicado y su durabilidad puede verse influenciada por factores como el grosor del chapado y la frecuencia de uso.